La coyuntura mundial en los últimos años ha hecho mucho daño a los pequeños, con el cierre para muchos y con una bajada de la demanda y de ingresos para muchos otros. Con la vista puesta en el horizonte a la vuelta a una nueva normalidad, los negocios que siguen operando tienen un reto muy importante que afrontar: asegurar su liquidez para seguir creciendo. A continuación te damos algunos datos clave para poder cuidar la liquidez en tu negocio:

El control de las operaciones
El dinero que tenemos en caja también depende de las ventas y de que esas ventas se conviertan en dinero lo antes posible, es decir, que se cobren lo antes posible. Entonces, si tienes una política comercial que tiende a dar mucho crédito a tus clientes, ese dinero va a tardar más en llegar. Por eso, lo que tienes en el banco depende en buena parte de decisiones comerciales y de decisiones compras. Es importante forjar acuerdos de líneas de financiación que te permitan tener ciertos niveles de caja durante todo el año. Pero eso no se lo pueden permitir muchas empresas según su tamaño. Por lo tanto, de lo que depende, en buena medida, el dinero es de cómo negocies con tus clientes o de cómo negocies con tus proveedores.
Financiamiento
También se puede financiar a corto plazo con préstamos con entidades financieras y también se pueden financiar con proveedores. Normalmente, negociando con tus proveedores; es decir, cuando un proveedor permite que le pagues a 60 días es una deuda que tienes con él, pero lo que te permite a ti es vender en una mayor ventana de tiempo. A los proveedores se les conoce como el pasivo circulante.
Planificación presupuestaria
Para tener control financiero es necesario hacer un plan financiero, mediante una planificación presupuestaria. Para garantizar la liquidez lo primero que tiene que hacer un negocio es hacer un presupuesto contable, definiendo cuanto puedes gastar, cómo lo gastarás y hasta cuánto.